Uno de los retos más importantes por los que pasa el ser humano a lo largo de su vida en diversas etapas es sentirse estancado o sentir que no avanzas en algunas cuestiones, esto es completamente normal, entendible y para nuestra buena suerte, tiene arreglo.
A menudo, uno de los factores que más genera el sentimiento de estancamiento es la permanencia constante en la zona de confort, cuyo término se refiere específicamente a un estado psicológico el cual genera una especie de “seguridad o comodidad” en el individuo donde no se permite experimentar riegos.
¿Por qué las personas se quedan en la zona de confort?
La respuesta a esta puede tener diversas causas, sin embargo las más comunes se derivan de la comodidad temporal de no correr riesgos, es decir, el individuo se siente bien con el hecho de estar rodeado de una rutina, estabilidad, creencias y conductas limitadas, entre otros que lo hacen sentir estable, pero que a largo plazo genera monotonía y rutina que hace que comience una especie de insatisfacción.
¿Cómo sé que debo salir de la zona de confort?
Es muy común sentir seguridad estando dentro de la zona de confort, sin embargo notarás señales que te pedirán a gritos que salgas de ahí, una de las más notorias será que dejas pasar oportunidades que puedan aportarte cosas buenas a tu vida intentando convencerte de que puedes perder mucho, esto quiere decir que comienzas a temer asumir riesgos, comienza a desmotivarte las cosas que generalmente te agradaban, constantemente dejas para después cosas simples que puedes realizar hoy y generalmente no existe motivo para ello, las anteriores son sólo un ejemplo ya que puede haber muchos aspectos, sin embargo, lo ideal es que te mantengas en constante crecimiento, ya que eso trae motivación, aumento en tu creatividad, confianza en ti mismo, resistencia a la frustración, mejora tu productividad y rendimiento y te permite demostrarte a ti mismo tu capacidad de atravesar pruebas, la idea es que comiences a dar pasos pequeños desde la zona de confort hasta lograr salir y llegar a la zona de aprendizaje.
¿Cómo puedo salir de la zona de confort?
Lo principal para las personas que han decidido enfrentar su miedo a salir de la rutina es comenzar poco a poco, con la finalidad de que puedan disfrutar el proceso y no sea estresante o genere ansiedad, con acciones pequeñas pero significativas como las siguientes:
- Levántate temprano para que el día te rinda lo suficiente, esto además generará energía para que puedas acondicionar a tu día un paseo caminando o incluso en bici por la mañana.
- Explora nuevas rutas, ya sea a los lugares que frecuentas, a la escuela o el trabajo. Si no conoces algunas calles lo suficiente puedes ayudarte de google maps para saber por dónde es conveniente ir, esto genera un estímulo positivo.
- Si tu pasión es la cocina, ¿Qué tal intentar una nueva receta? O incluso algunos ingredientes distintos a los que usas habitualmente.
- Si por el contrario cocinar no se te da, entonces visita un lugar de comida nuevo, tal vez en alguna de las rutas nuevas encuentres alguno interesante.
- Sal de tu rutina aprendiendo palabras en otros idiomas, investigando datos interesantes sobre lugares que quieras visitar, visitando a un museo que no conozcas, escuchando un género distinto de música, ¡Las posibilidades son infinitas!
- Si estas actualmente realizando home office o clases virtuales, que tal tomarlas en un lugar diferente de la casa o incluso algún café o un parque con conexión a internet.
Sin duda, salir de la zona de confort es una de los desafíos más grandes por los que tiene que pasar el ser humano, sin embargo, una vez concluido el proceso es una de las cosas más satisfactorias también, pues genera mucha confianza y esto te demostrará que los límites sólo estaban en tu mente y no eran reales.