Aunque para muchos de nosotros, los pequeños desaires en el trabajo es algo común en el día a día en el trabajo, estos podrían afectar de manera considerablemente negativa en empleados susceptibles, según un nuevo estudio realizado por la West Virginia University.
La investigación se basó en 279 empleados con depresión y/o bipolaridad, con un seguimiento de varios meses en busca de rastrear sus experiencias y la relación con su compromiso laboral e ideas suicidas.
Aproximadamente el 7% de estadounidenses sufren de depresión cada año y el 5% en Latinoamérica. Aproximadamente el 1% sufre de bipolaridad. Ambos grupos de personas tienen un mayor riesgo de pensamientos suicidas.
La investigación reveló que las interacciones negativas de bajos niveles, llevaban a los trabajadores a pensamientos suicidas, y por consecuente, también afectaban en la calidad y productividad de su trabajo.
Los desaires que desencadenaron estas espirales decadentes fueron relativamente menores, cómo por ejemplo excluir a un compañero de trabajo de una conversación, saltarse el contacto visual, entre otras formas menores de descortesía.
“Estas acciones no son atroces. Ni siquiera se consideran intimidación o acoso. Estas son formas en las que, en el día a día, puedes lastimar a alguien, pero de una manera leve. Así es como nos comportamos y no lo pensamos dos veces”
Señaló la coautora del estudio, Kayla Follmer, profesora de la West Virginia University
Moraleja: Sea amable en el trabajo
El estudio también destacó la importancia del tratamiento de estas afecciones.
El impacto de los desaires fue más negativo para el 50% de las personas que no recibieron ningún tratamiento.