Actualmente, parece que existen dos realidades o hasta incluso tres: Una para las personas que ya están vacunadas, posiblemente otra para quienes recibieron un refuerzo y otra para quienes aún no recibieron la vacuna ni piensan recibirla.
La última variante de la COVID-19 denominada “Omicron” se ha presentado alrededor del mundo y aunque probablemente la gran mayoría pueda comprender la magnitud de esta situación, algunos sólo lo harán cuando la prueba sea positiva y el resultado depende si se encuentra vacunado o no.
“Vamos a ver un estrés significativo en algunas regiones del país en el sistema hospitalario, particularmente en aquellas áreas donde hay un bajo nivel de vacunación. Serán unas semanas o meses difíciles a medida que nos adentremos en el invierno“
Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de Estados Unidos
Tabla de contenido
ToggleEl impacto de la vacunación en los hospitales
Los camas de cuidados intensivos de los hospitales de América Latina se han visto abarrotados rápidamente de pacientes infectados con COVID-19 desde el inicio de la pandemia, y a medida que la vacunación comenzó a ejecutarse, cientos de camas se han visto desocupadas. Sin embargo, miles de personas aún no han sido vacunadas y una gran cantidad de ellas no piensa hacerlo.
Según Michael J. Dowling, director ejecutivo de Northwell Health System menciona que en Nueva York, el 80% de pacientes hospitalizados no se encuentran vacunados y afirma que si todo el mundo estuviera vacunado, el número de pacientes en el hospital sería mínimo.
Camino hacia la endemicidad
Se puede decir que vamos de camino hacia la endemicidad, un momento en la que la COVID-19 será tan común y coexista con nosotros. Sin embargo, todavía no nos encontramos en ese punto, y la Dra. Celine Gounder, profesora asistente clínica de medicina y enfermedades infecciosas en la Facultad de Medicina de la Universidad de Nueva York y el Hospital Bellevue, dice que la COVID-19 aún no tiene un camino predecible, pero la forma de averiguar si una enfermedad puede convertirse en endémica es observar las oleadas de infección.
En ese sentido, cuando una enfermedad puede considerarse endémica, el número de casos durante un año aparece como una serie de ondas en un gráfico, según Gounder. Cuando una enfermedad, como la gripe, se propaga rápidamente en determinados momentos del año, aparece en picos.
“Todavía somos una epidemia.”
Celine Gounder
Las vacunas no nos aseguran liberarnos de la pandemia
Gounder afirma que las altas tasas de vacunación y las vacunas de refuerzo podrían ser inefectivas.
“Los vacunados y no vacunados continúan mezclándose, y aunque la transmisión del SARS-CoV-2 se encuentra en un estado más estable entre los vacunados, actualmente estamos viendo mucha transmisión incluso entre las personas vacunadas/reforzadas porque el virus ha mutado. Las nuevas variantes pueden devolvernos a una fase epidémica, incluso entre personas totalmente vacunadas.”
Escribió Gounder a Fast Company
La influenza como base histórica
La experiencia que hemos adquirido con la gripe, puede ayudarnos a comprender el camino hacia donde se dirige la COVID-19. Si bien la influenza es una epidemia anual alrededor del mundo, se convierte en epidemia porque con el tiempo el virus se propaga, se replica, muta y aparecen nuevas variantes.
Vacunarse contra la influenza nos permite retrasar la transmisión y la aparición de nuevas variantes, pero eventualmente muta y surge una nueva cepa, lo que nos lleva a picos epidémicos, y así sucesivamente.
“Cuanto más permitamos que el virus se propague de persona a persona, se replique y mute, más a menudo surgirán variantes.”
Celine Gounder
Según Gounder, cuando nuevas variantes aparecen, causa que la inmunidad previa a la infección o vacunación no sea tan eficiente, como por ejemplo con lo que pasó con la última variante conocida como “Omicron”. Si el virus puede propagarse, todos corremos riesgo, ya sea que estemos vacunados o no.
El efecto que ha causado la variante “Omicron” puede ser un tanto más leve que las que la precedieron, según informes del Reino Unido. The New York Times afirmó que los casos de “Omicron” tienen en promedio entre un 15% y 20% menos probabilidades de llegar a ser hospitalizados, y que aquellos que llegan hasta aquí, no permanezcan durante mucho tiempo. Los datos también muestran que las personas infectadas con la variante “Omicron” tienen un 40% y 45% menos de probabilidades de pasar una noche o más en el hospital. Sin embargo, esto no significa que esta nueva variante sea menos peligrosa que la “Delta”, ya que “Omicron” es tan virulento que puede llegar a más personas en un tiempo muy corto.
Inmunidad colectiva
Dowling, director ejecutivo de Northwell Health menciona que la tasa actual de hospitalizaciones en su unidad de trabajo, ubicado en Nueva York, es bastante baja. Tan sólo se ocupa la décima parte de su capacidad.
“Si la gente no está tan enferma y no está en el hospital, está aumentando la inmunidad colectiva, así que desde ese punto de vista no es lo peor, aunque la gente no se sienta bien durante un par de días.”
Michael J. Dowling, director ejecutivo de Northwell Health System
Según Trevor Bedford, biólogo computacional y científico del Centro de Investigación del Cáncer Fred Hutchinson, afirma que existe la esperanza de que la COVID-19 se convierta en un virus endémico entre el 2022 y 2023.
“Sin las variantes, hubiéramos estado en endemicidad este invierno, pero la aparición del delta y esa ola ha cambiado las cosas. Ha hecho que esta temporada sea un poco divertida, pero esperaría que el próximo invierno, 2022-2023, parezca que comience a definirse.”
Trevor Bedford en una entrevista con Stat News
Conclusión
Por lo tanto, no será la normalidad que queremos, pero será con la que tengamos que convivir. Todavía muchos puestos de trabajo permitirán asistir sólo unos días a la semana a la oficina, seguiremos trabajando desde casa, permaneceremos en casa cuando enfermemos y ocasionalmente tendremos que seguir usando cubrebocas. El camino hacia este punto se dará gradualmente y probablemente casi ni notemos cómo hemos llegado hasta allí.