En términos generales, la administración es un proceso que tiene como objetivo gestionar y optimizar los recursos de un grupo de personas, que busca asegurar el logro de los objetivos con eficacia, productividad y calidad.
Este proceso es indispensable en el funcionamiento de las organizaciones o grupos sociales. La administración permite alcanzar un nivel de competitividad en un mundo globalizado.
A través de estrategias y técnicas administrativas, se logra reducir el consumo de los recursos, se disminuye el trabajo y se establecen métodos y procedimientos para lograr el desarrollo de las actividades con un mayor porcentaje de productividad y eficiencia.
Por lo tanto, un administrador es una persona que a través de estas técnicas y estrategias, garantiza la eficiencia de una organización. Sus funciones específicas dependen del tipo de compañía, entidad u organización.
A lo largo del desarrollo de la humanidad, la administración ha permitido que la sociedad se provea de lineamientos que optimicen el uso de los recursos y se realicen determinadas actividades con eficiencia.