¿Quieres saber por qué la mayoría de las empresas no son excelentes?
¿Por qué, a pesar de todos sus esfuerzos, no logran destacarse de la competencia y alcanzar el éxito a largo plazo?
La respuesta está en un error que cometen la mayoría de las empresas: centrarse en solucionar problemas en lugar de aprovechar las oportunidades.
El caso de Philip Morris
Para ilustrar este punto, vamos a ver el caso de Philip Morris, una empresa tabacalera estadounidense que, en la década de 1960, era una de las líderes del mercado en su país.
En ese momento, Philip Morris obtenía casi todos sus ingresos del mercado local, al igual que su principal competidor, Reynolds.
Sin embargo, Joe Cullman, el director general de Philip Morris, tenía una visión diferente.
Él creía que el mercado internacional era la mejor oportunidad de crecimiento a largo plazo para la empresa.
Por eso, Cullman tomó una decisión radical: apartó a su director número uno, George Weissman, de su actividad local y le hizo responsable del negocio internacional.
En Philip Morris, nadie entendía nada. Pensaban que estaban castigando a Weissman, que había hecho algo mal. Incluso él mismo se lo planteaba.
“No sabía si me estaban dejando de lado, si me estaban tirando escaleras abajo o me estaban lanzando por la ventana.
Un día estoy llevando el 99% de la compañía, y al día siguiente, el 1%”.
Pese a todo, Weissman se puso manos a la obra. Y, ¿sabes qué sucedió?
Marlboro, la marca de Philip Morris, se convirtió en el cigarrillo más vendido del mundo tres años antes de que fuera el número uno en Estados Unidos.
¿Por qué Philip Morris fue un éxito?
La respuesta es simple: porque la empresa centró sus esfuerzos en aprovechar la oportunidad que ofrecía el mercado internacional.
En lugar de centrarse en solucionar los problemas que tenía en el mercado local, como lo hizo Reynolds, Philip Morris se centró en aquello que podía hacer mejor que nadie: crear productos atractivos para los consumidores de todo el mundo.
La lección para las empresas
El caso de Philip Morris es una lección para todas las empresas que quieren alcanzar el éxito a largo plazo.
Si quieres que tu empresa sea excelente, no te centres en solucionar problemas. Céntrate en aprovechar las oportunidades.
¿Qué significa esto en la práctica?
En la práctica, esto significa que debes:
- Identificar las oportunidades que ofrece el mercado.
- Desarrollar una estrategia para aprovechar esas oportunidades.
- Invertir en recursos para poner en marcha esa estrategia.
¿Y qué significa esto para los administradores?
Para los administradores, esto significa que deben:
- Liderar a su equipo para que se centre en las oportunidades, no en los problemas.
- Crear una cultura empresarial que promueva la innovación y el crecimiento.
- Tomar decisiones audaces para aprovechar las oportunidades.
Si quieres que tu empresa sea excelente, no cometas el error de centrarse en solucionar problemas. Céntrate en aprovechar las oportunidades.