Una de las ventajas del mundo actual es que los usuarios tienen la posibilidad de elegir diferentes formatos para escuchar música. Sin embargo, al parecer, las personas no sólo estarían interesadas en la calidad de audio, sino también en tener y preservar físicamente los objetos que pueden guardar las canciones que más les gusta, en formatos como los vinilos y los CDs.
Por primera vez desde el 2004, las ventas de CDs han visto un incremento considerable en Estados Unidos, según el último reporte de Recording Industry Association of America (RIAA). Los usuarios habrían comprado 31,600 millones de discos en el 2020 y 46,600 millones de discos en el 2021, generando 584,2 millones de dólares y 1,000 millones de dólares en ingresos respectivamente.
Por otro lado, en España, esta tendencia también se ha podido apreciar ligeramente desde el 2019, cuando este mercado creció 7.2% por las ventas de CDs y también de vinilos. Desde entonces, las ventas de estos dos formatos no han dejado de crecer.
No obstante, aunque la industria musical sigue creciendo desde hace dos décadas, el streaming de pago sigue siendo el rey de las ventas, pero por otro lado las ventas combinadas entre los CDs y vinilos han demostrado una subida que no se había visto desde los 90s.
La caída de las ventas de CDs
El formato de CD fue líder en la industria musical en la década de 1990, logrando alcanzar hasta 13,200 millones de dólares de ventas anuales hasta el año 2000.
Sin embargo, luego de que aparecieran plataformas como Napster y otros servicios de distribución de música en el formato MP3, la venta de música en los formatos físicos comenzó a descender.
La industria de la música
Por otro lado, las suscripciones de pago de servicios como Spotify o Apple Music aún siguen representando el 60% del total de las ganancias, mientras tanto las reproducciones sostenidas por anuncios publicitarios le siguen en segundo lugar.
A pesar de que el formato físico ha visto un incremento en los últimos años, el formato digital aún sigue liderando, debido a múltiples opciones de música en streaming que existe actualmente en el mercado, como Tidal, Spotify o Apple Music.
Aunque es obvio que el formato de streaming no va a desaparecer, los consumidores actuales han demostrado un mayor interés en los formatos físicos en una tendencia que parece consistente. Y definitivamente, todo esto sigue favoreciendo a la industria de la música, la misma que en los primeros días que surgió Napster afirmaba que Internet acabaría con ellos.