En el vertiginoso mundo laboral de hoy, la tendencia del trabajo remoto ha ganado terreno, ofreciendo a los empleados la flexibilidad que anhelan. Sin embargo, surge una pregunta intrigante: ¿Trabajar desde casa incrementa realmente el riesgo de ser despedido o proporciona una libertad laboral que lleva a más renuncias?
El dilema de los despidos a distancia
Recientemente, un análisis de dos millones de empleos blancos realizado por Live Data Technologies ha arrojado luz sobre este dilema. Según un informe del Wall Street Journal, los empleados completamente remotos tienen un 35% más de probabilidades de ser despedidos que sus colegas que trabajan en la oficina o en roles híbridos. Este estudio revela que en el 2023, el 10% de los empleos remotos a tiempo completo fueron eliminados, en comparación con el 7% de los trabajos en la oficina.
Aunque la investigación de la Universidad de Pittsburgh indica que las políticas de trabajo en la oficina no mejoran el valor de la empresa ni el rendimiento del empleado, los analistas sugieren que la razón por la cual los empleados remotos son más propensos a ser despedidos es más simple de lo que parece: la falta de conexiones personales.
“Andy Challenger, vicepresidente senior de Challenger, Gray & Christmas, una firma de reubicación, señaló al Wall Street Journal que cuando un gerente de contratación recibe la noticia de que debe reducir el 10% del personal, es más fácil poner en la lista a alguien con quien no tienen una relación personal cercana”.
La paradoja de la renuncia remota
Curiosamente, aunque los empleados remotos tienen más probabilidades de ser despedidos, también son más propensos a renunciar. Según el análisis citado por The Journal, el 12% de los trabajadores remotos renunciaron a sus empleos en 2023 y comenzaron uno nuevo dentro de los dos meses, en comparación con el 9% de los empleados híbridos y en la oficina.
Esto puede deberse a diversas razones. En primer lugar, los empleados remotos suelen tener una mayor flexibilidad en cuanto a su ubicación geográfica, lo que les permite buscar oportunidades laborales en otras ciudades o incluso países. Además, al trabajar desde casa, pueden sentir una menor conexión con la empresa y sus compañeros, lo que puede llevarlos a buscar un cambio.
Por otro lado, los empleados remotos también pueden ser más propensos a renunciar debido a la falta de oportunidades de crecimiento profesional. Al no estar físicamente presentes en la oficina, pueden perderse de ciertas interacciones y oportunidades de networking que podrían impulsar su carrera. Esto puede generar frustración y desmotivación, lo que a su vez los lleva a buscar nuevas oportunidades laborales.