Hace un siglo el país de Argentina era uno de los países más ricos a nivel internacional, y durante los últimos años tiene una inflación anual de 105%, es por ello que, ha tenido que cambiar varias veces su moneda.
Desde 1980 ha suspendido cinco veces los pagos de su deuda externa, considerando el país como principal deudor del Fondo Monetario Internacional, con un importe de 44 millones de dólares por devolver.
“Argentina es el clásico ejemplo de una economía cuyo estancamiento relativo no parece ser consecuencia del clima, las divisiones raciales, la pobreza malthusiana o el atraso tecnológico. Es su sociedad, no su economía, la que parece estar enferma.”
expresó Paul Samuelson (1915-2009).
En el año 2002 la economía del país tuvo una caída del 10,9% y la inflación fue de 38,5% durante los últimos doce meses, dando como consecuencia que su moneda se siga devaluando y las reservas del Banco Central no lleguen a la cantidad de 3 millones de dólares, por lo que en la actualidad la mayoría de personas viven pobreza extrema, así mismo resulta muy alarmante el cuadro macroeconómico del país.
Sin embargo, en diciembre del año 2019 Alberto Fernández tuvo que asumir la presidencia cuando el país cayó en una gran suspensión de pagos, en donde también ya llevaba 3 años de recesión. Martín Guzmán, ministro de economía tuvo una batalla ya que él renegoció en varias sesiones telemáticas, la deuda con los acreedores privados; a su vez consiguió un aplazamiento para pagar y también una rebaja de intereses.
Hoy en día Argentina es uno de los países con una deuda muy grande del Fondo Monetario Internacional, causando una disminución muy grave en su economía. La actividad económica en Argentina se derrumbó durante el año 2020 con la aparición de la pandemia de covid-19, lo cual ha dado como resultado una nueva crisis económica severa.
El Banco Central aportó 1.2 billones de pesos para fabricar dinero, para esto tuvo que contratar imprentas de Brasil y España, ya que las fábricas de Argentina ya se encontraban trabajando las 24 horas; a su vez asumiendo un gran riesgo de que la inflación se siguiera agravando.
La economía del mercado interno es una de las claves que tiene dificultad el país para mantener su crecimiento sostenido. “mira lo rico que será el país, que resiste a los argentinos.”
dice el empresario Luciano Galfione.
En Argentina los precios subieron un 4% en el mes de enero del 2021, pero en estos momentos son un buen ejemplo de hacer frente a todas las dificultades que surgen como son consecuencias del pasado.
El gobierno de Alberto Fernández le atribuye la responsabilidad de la crisis actual al gobierno anterior ya que durante el año 2018 el peso perdió su valor en un 40%, por lo tanto, el préstamo recibido por el Fondo Monetario Internacional desapareció en coberturas en relación con el déficit fiscal y otras operaciones.
“Argentina nunca termina de salir de su crisis: aumentó su deuda en los ochenta, en los noventa trato de resolver el problema por la vía de las privatizaciones, luego llegó la crisis del 2001 y 2002 por la vía del tipo de cambio. Se crean espacios de tranquilidad, pero no se resuelven nunca los problemas estructurales. Las crisis regresan porque nunca se fueron.”
afirmó Diego Sánchez-Ancochea, profesor de Economía Política para el desarrollo.
El economista Martín Rapetti estima que el Producto Interno Bruto de Argentina es igual que el del año 1974, teniendo como consecuencia una desigualdad muy grave entre ricos y pobres.
Por lo tanto, se pretende que la economía de Argentina tenga un crecimiento del 6% durante el año en curso 2021 y luego siga creciendo en un ritmo lento del 4.5% de forma anual, algo que es muy difícil con una mínima probabilidad de que sea realidad, por lo que el nivel de calidad de vida no será recuperado hasta el año 2027.