Si lees esto, probablemente hay decenas de cosas que te gustaría hacer, como empezar un negocio, hacer más ejercicio, pasar tiempo con amigos o familia, leer más libros, entre otros. Entonces ¿Cómo lograr hacer todo lo que quieres en un día de 24 horas ocupado mayormente por el sueño y la comida?
La mayoría de personas intenta ser más productivas añadiendo más cosas, sin embargo es mucho mejor comenzando primeramente a trabajar en eliminar lo que mata la productividad.
Si te encuentras listo para disparar tu productividad y hacer más cosas que nunca, trabaja en evitar estos 7 hábitos, y una vez que los elimines de tu vida, podrás apreciar cómo tu productividad crece rápidamente.
Tabla de contenido
ToggleNo establecer prioridades
“Lo que es importante rara vez es urgente y lo que es urgente rara vez es importante”
Dwight D. Eisenhower
Es un hecho que no todo lo que está en tu lista de tareas pendientes tienen el mismo grado de importancia. Las personas altamente productivas enfocan sus esfuerzos y su energía en las tareas más importantes primero, independientemente de su urgencia, y esto les permite obtener los mejores resultados en su día a día.
Antes de comenzar su día, debe tener una lista ordenada de sus tareas clasificadas en orden de importancia, de esta manera podrás dedicar mejor las horas de tu día, brindándote mejores resultados.
“Encontrar un tiempo” para hacer tus cosas
“Si quieres hacer algo, dáselo a una persona ocupada”
Si le asignas una tarea a alguien con todo el tiempo del mundo, lo pospondrá probablemente. Por otro lado, si se lo das a alguien muy ocupado, es casi seguro que lo hará realidad.
Las personas altamente productivas no “encuentra un tiempo” para hacer lo que quieren; por el contrario, ellos le hacen el tiempo. Si es realmente importante, ellos lo establecerán dentro de sus horarios y se asegurarán de que se haga. Ellos saben cómo organizar y administrar su tiempo para que se cumplan todas sus prioridades en cualquier aspecto, ya sea personal o laboral.
Identifique cuáles son las cosas importantes que pospones a menudo, y no “encuentres un tiempo” para hacerlo, porque probablemente no se llegue a hacer de esa manera. Si realmente son importantes para ti, colóquelo en su calendario y desarrolle el resto de sus actividades en torno a ellas.
No definir límites
Trabajar 12 horas al día y presumir de ello, no es en realidad una señal de productividad, sino por el contrario es un signo de límites deficientes. Muchas personas asumen tareas y proyectos que sinceramente no sumarán a sus vidas, o se sienten obligados a hacer, y agotan de esta manera su tiempo y energía.
Las personas altamente productivas establecen límites sobre su tiempo, y evitan que detalles menores se los quiten. También saben asignar sobre su flujo de trabajo, por ejemplo, si sus mañanas son mejores para trabajos creativos, programaran actividades más operativas para la tarde, ya que saben que esto les ayudará a lograr la máxima eficiencia sobre las cosas que hacen.
Aprende a decir “no” con cortesía a las solicitudes o invitaciones que no te aporten o no te gusten y puedas evitar, así te ahorrarás tiempo y molestias. También identifica el flujo de trabajo más adecuado a tus necesidades y programa tus actividades adaptándose a él.
Enfocarse en los detalles y no en el resultado
“Por muy hermosa que sea la estrategia, de vez en cuando debería mirar los resultados”
Winston Churchill
La productividad no consiste solamente en la cantidad de trabajo que puedes hacer en un determinado tiempo, o de tener un bandeja de entrada sin correos electrónicos pendientes; más bien la productividad consiste en el resultado que se produce en ese tiempo.
Si los resultados no han mejorado en las cosas que realmente importan, significa que no ha aumentado su productividad.
Identifica qué es lo que quieres lograr y asegúrate que tus resultados te lleven hacia tus objetivos.
Revisar tus dispositivos al levantarse
Según Deloitte, el 88% de las personas revisan su teléfono móvil en la primera hora del día y el 55% revisa su correo electrónico antes de salir a trabajar.
Sin embargo, esto puede ser lo peor que haces por la mañana. Consumir información sin valor e inútil como las que abundan en redes sociales; revisar los correos electrónicos y responder los mensajes, pueden ponerte en un estado de reacción. Pronto, sin darte cuenta estarás inundado de cosas estresantes y tareas urgentes, incluso antes de tener la oportunidad de trabajar en tus propios objetivos.
Como aún no estás en el trabajo, no podrás hacer nada al respecto de esta situación y tu mente permanecerá simplemente agobiada hasta entonces.
Para evitar estas distracciones por la mañana, deja tu teléfono en modo avión a la hora de dormir y configura un modo de No Molestar para no recibir notificaciones durante la primera hora de la mañana. Hágalo diariamente y romperá este mal hábito rápidamente.
Permitir distracciones en tus actividades
Pueden ser correos electrónicos, mensajes o incluso llamadas, las que pueden interrumpirnos cada minuto, distrayéndonos o haciéndonos cambiar de tarea. Es importante que sepas que si te distraes con mucha frecuencia, tendrás un grave problema de concentración porque todos somos terribles cuando se trata de ser multitarea.
Sumado a esto, si tu lugar de trabajo está desorganizado o muy desordenado, aunque no lo creas, esto puede afectar negativamente sobre tu desempeño. Es más, sólo ver el desorden puede perjudicar tu rendimiento y concentración. Las personas altamente productivas, se cuidan ante las distracciones y las notificaciones, asegurándose de concentrarse en la tarea en la que están trabajando.
Para ayudarte a evitar esta situación, puedes intentar poner tu teléfono móvil en modo avión o desactivar las notificaciones. También puedes cerrar todas las pestañas y aplicaciones que no necesites. Organiza tu lugar de trabajo, procurando que haya el mínimo desorden. No reproduzcas podcast o la radio, intenta reproducir la misma canción una y otra vez, esto último puede ayudarte a mejorar tu concentración.
Trabajar hasta quedar agotado
Probablemente haya temporadas en las que de sientas que debes trabajar hasta tarde para terminar un proyecto a tiempo, sin embargo esta no es una receta a largo plazo para tener éxito. De todas maneras, si trabajas constantemente hasta el cansancio, esas últimas horas de trabajo no serán buenas de ninguna manera.
Las personas altamente productivas no trabajan hasta el agotamiento, por el contrario se detienen antes de llegar a ese punto, porque saben que sus habilidades cognitivas son limitadas. Según Ron Friedman, sólo tenemos alrededor de 3 horas al día de rendimiento mental máximo. Aplica estas horas a las cosas que son más importantes. Por supuesto, puedes trabajar después de esas 3 horas, pero cuando sientas que tu rendimiento se empieza a hundir, es un buen momento para detenerse.
Es recomendable tomar descansos regulares a lo largo del día, para ayudarte a recuperar, revitalizar y reenfocarte con un mejor desempeño mental. De esta manera, podrás trabajar mejor durante más tiempo.